Nuestros sentidos corporales (no somos otra cosa que este cuerpo), sus extensiones artificiales y nuestra inteligencia nos permiten descubrir verdades que los maestros espirituales ni siquiera alcanzaron a sospechar. Es el conocimiento científico el que informa a Gangaji (Merle Roberson de Texas, a decir verdad) de la existencia de una galaxia a 13.000 millones de años-luz y no al revés.
No son los grandes maestros espirituales quienes develan los grandes misterios de la vida (de hecho, hasta ahora no descubrieron uno ni por casualidad), sino los científicos.
Propongo un problema moral: ¿cuál es el límite para abandonar la tolerancia? ¿Hitler, Himmler? ¿Por qué? ¿Dónde deben comenzar las excepciones a la ley del Amor Universal?