Parecería que a veces, perder algo fuere el único modo de dar algo, y no lo que se hace por lo que estuvo perdido y ahora demanda sacrificios, entendiéndolos como lealtad. Y entonces perdemos, no para ganar : para que lo que estuvo perdido no se vuelva a perder.
¿ Es éste el sabio contento
acabar como rumiante
agradeciendo entre vahos
regurgitado alimento...?
Si el que me importa aprendiere
lo destinado a perderse
cesarían mercaderes,
momias, vampiros, plascebos,
el símbolo por la cosa,
el pato por gallareta...
¡Qué me van a devolver,
otra elipse por mañana,
hologramas del sonido,
la imitación a la vida...!
Al unísono e isócrono
es mi querer a Dolina.
Si lo perdí, lo perdí
y así él me habrá perdido,
que no es libro ni libreto
o los fantasmas de un disco,
la danza de los alientos.
Virginia el viernes, 03 de junio de 2011 a las 03:09 PM
en La venganza será terrible del 02/06/2011 dijo: