Buenas!
Me interesa mucho el primer comentario, José. Espero leerlo más seguido. Estoy de acuerdo con muchas cosas que dice.
En lo que difiero es en su comentario sobre "la parte expositiva del programa": Creo que Alejandro no podría estar permanentemente en todos los detalles de La Venganza y el tener una producción le aliviana su trabajo. De esta manera, puede dedicarse a otras secciones u otras emisiones posteriores, imagino. El tema de hoy fue totalmente novedoso para mí al menos. Creo que nunca se había hablado del Espiritismo en el programa.
Más allá de eso, podemos debatir si se están presentando cosas nuevas o no. Hay que saber, después de todas las críticas que podamos hacer, que el programa no lo hace para una persona en particular, sino que se basa en una audiencia que en su mayoría es nueva o son personas jóvenes que nunca escucharon el programa. Luego viene el tema de los chistes y los dobles sentidos (algunos de moderado mal gusto y otros muy divertidos y ocurrentes). Alejandro se tiene que adaptar al tipo de público que va a verlo en vivo/que lo escucha y que festeja su humor (que puede NO ser el que escuchamos, ya que tranquilamente nos muestra una "imagen" o "personaje" en su faceta humorística-teatral). Recordemos que Ale no tiene personajes, ya que se muestra como una totalidad y su humor tiene ciertos rasgos que él mismo poseía o posee en su vida.
Dado que el público en su mayoría es "conservador", el Negro tiene que adaptar su humor a ciertas formas más trilladas (y por eso debe tener ese mal humor o apatía al inicio de sus últimos programas). Por suerte para todos, siempre tiene ocurrencias que son celebradas y locuras que surgen de sus compañeros de ruta, como el "Ministerio del Amor", el sistema para asignar asientos en el colectivo o el muñeco con la cara de Zamba Quilpildor. En lo personal, hoy escuché como se modificaron ciertos chistes-cliché y de como Schultz se va amoldando más al estilo del programa (tal como sucedía con Barton en sus comienzos, que no pegaba una y que luego se fogueó).
Gracias por brindarme el espacio. Hasta pronto!