Leí La guerra del fin del mundo. Me resultó muy largo y denso. Vargas LLosa no me gusta, pero jamás por razones políticas ( a menos que sea un perverso o un criminal) dejaría de reconocer el valor literario de alguien y de admirar su arte.
Nadie con honestidad "que aspire a la inteligencia" ( palabras de Dolina ) haría algo así.