No tienen recuerdos, porque los recuerdos son alhajeros de sentimientos; sentimientos sin permiso o posibilidad de vivirse ; es un lujo del alma. Si se dieran cuenta saldría algo terrible de ella, algo que ha muerto antes de nacer. Ellos corporizan brutalmente el día a día, lo gastan, lo descarnan todo, comen lo que resta; se cosen pasiones para calentar o para endurecer la piel. Pero hay almas, más rebeldes que las de los poetas malditos y, rompen el pecho, abren su cofre : y a cachetazos izquierdos, se instalan, los obligan a mirarse en un espejo rajado. Juntan todo lo nuevo guardado y lo ven acaso por primera vez, lo que pudieron retener los corazones en estado de alarma, tal vez en el bolsillo de atrás del pantalón, sin peine ni pañuelo ni documento, ese bolsillo de dignidad que aún nadie les ha roto, porque no lo descubrieron. Los poetas malditos, subvierten hasta un trozo de papel higiénico, ese que se usa para limpiarse los mocos, el llanto de fuego, la humillada riqueza de menstruación y esperma, no solamente el trasero. Sus caras están vivas, de este lado del espejo que al fin perdió el último pedazo. Se tienen a sí mismos, del peor modo - acaso - se encuentran : mucho más de lo que puede decir el cómodo, hipócrita, cobarde, rebaño ( de ovejas no, que son bellas ).
Delfina el domingo, 05 de junio de 2011 a las 10:20 PM
en La venganza será terrible del 03/06/2011 dijo: