Haciendo honor al título del programa deberíamos juntarnos en puerta de radio 10 y de forma civilizada y con toda corrección y rectitud ingresar al lugar y moler a palos a todo aquel que se nos cruce. Un vez dentro de las oficinas de los directivos, les haríamos notar que la decisión de levantar el programa no ha sido buena entregándole al señor daniel hadad una carta firmada por los fánaticos de programa y escrita en la piel despellejada de algún funcionario de dicha emisora donde se propone la renovación del contrato. Es posible que nuestra presencia no sea tomada en serio, así que para hacer un énfasis final deberíamos arrojar algún líquido combustible o dinamita que algún alma sensible habrá tenido el buen gusto de llevar y derribar finalmente el edificio. Una vez retomada la calle y para que las voces de (no digamos protesta porque tampoco es para tanto. cambiemos la palabra protesta por propuesta) propuesta sean atendidas por la sociedad toda, detengamos un colectivo de un disparo en la cien a su chófer (no habrá tiempo de explicarle) y con las puertas de dicho omnibus cerradas de forma que ningún pasajeros escape (cuando vean lo justa de nuestra causa se van a querer quedar y van a ver como nos van a apoyar) lo encendemos en llamas con lo que quede del combustible o dinamita. Luego intercambiaremos emails y números telefónicos para que no se corte la amistad del último bastión de cultura nacional.