Entiendo que el humor es más una concesión del Negro a la muchachada más joven, que la intención primera del programa. Muchas veces lo escuché lamentarse (junto con Dorio, es bueno remarcarlo) de que la audiencia festeja más "un chiste de churrasquería" que una graciosa alusión donde se hace presente el monólogo de Segismundo en la torre. Es obvio que Calderón de la Barca no es tan popular como Pergolini, pero lo ideal sería que al menos la gente tendiera a subir en sus pretensiones, no a festejar pavotadas regocijantes pero al ñudo. El famoso verso de "Aquí le traigo el mondongo / que usted me mandó comprar..." es una ironía hacia ese tipo de rimas bobas que encontrás en cualquier lado. Ahora, cuando uno se harta de la broma por la broma misma, entonces surge la necesidad de segmentos serios, con aportes de Dorio porque -seamos sinceros- los demás muchachos no dan el talle para aportes de fuste. Desde el afecto por Guille, ¿alguno de ustedes oyó los programas donde Stronatti es conductor? Para jugar al fútbol, que el Negro elija a quien quiera. Pero para crear e invitarnos a superarnos, necesita alguien que lo exija a fondo. Allí está el lugar de Jorge. Irreemplazable.