A ver, Virginia.No digo que Dolina sea un dilettante.Por supuesto, que su pensamiento complejísimo, es fruto de una desmesurada e inconmensurable sed de conocimiento, que le ha llevado harto tiempo y esfuerzo.Pero también creo que, aunque con excepcionales dotes, es un ser humano, que no tendría una vida, fuera de las actividad antedicha.
Por lo que noto que algunas aseveraciones suyas,(hablo de aseveraciones) pecan de sinecdóquicas, por imposibilidad de profundizar sobre todo, todo el tiempo.Claro que la duda hace crecer.Claro que la incerteza es el motor del conocimiento, y le agradezco al Negro, que muchas veces, me haya movilizado.(Y tantas, lo sigo desde la radio y la gráfica, desde los setenta)
Ojo, que en lo macro acuerdo, pero en lo artesanal, el detalle, la teoría puesta en acto, la argumentación me resulta insuficiente; impresión subjetiva, o falta de praxis.Insisto, nadie puede vivir todas las vidas y está muy bien.
Y que por ahí, en un cara a cara, sin falsa modestia, podría refutarle algunos dichos, no sólo, desde textos de quienes se consagraron a algunas temáticas, sino, también, desde mi propia experiencia.
Obviamente, podría ganarle la primera, pero, en cuanto se fuera por otras ramas, me revolcaría sin piedad.Es un temible challenger.
Es una opinión, nada más, cuando algo me hace ruido.
Por lo demás, ya dije, es un tipo admirable y envidiable; y mi envidia no es para nada sana, para nada, porque no hace más que demostrar cuánto me falta y de qué poco tiempo dispongo; jamás hubiera tenido yo, ni el coraje, ni la solvencia, para estructurar y sostener lo que pergeñó y nos convoca.Cariños.