Estoy sentada en el bosque en la orilla del lago.Se ha roto el palacio de cristal, el agua torrencial cae sobre mí, entra en mí. El fino nylon rojo de la tela es vencido, mi ropa blanca entojece, la lluvia escribe signos rojos en mi piel. Hay una bóveda translúcida sobre la lluvia, no hay vapor en ninguna parte, sólo allí. De pie,oloroso verdor abraza mi espalda, cubre ahora mi cabeza. Es intenso, fuera del mundo, el silencio es absoluto y la música de agua despierta un zumbar de nota en mis oídos.. Vuelvo de golpe, el guardián del bosque se acerca, me mira, me pregunra, silenciosamente se va mientras me dice "avíseme para que le abra".No quiero irme de allí. Soy feliz. Hermanos, digo a los árboles, quiero vivir con ustedes. La lluvia es cerrada, no cesa. Soy fuego, agua, conciencia, mis cabellos son iguales a las hojas chorreando agua. Ni un pájero. Soy también un pájaro.