Tranquilo, EOrbea. ¿Por qué algunos rompemos las bolas con ésto? Porque no se trata de algo tan ingenuo como si es o no es, si está o no está muerto, ni nada por el estilo. Y mucho menos de estar a favor o en contra de Bin Laden, o del Islam, como sugiere la lumbrera que escribe ahí bajo el seudónimo de Osama.
Sea como fuere, el hecho concreto es que se ha logrado vincular de manera biunívoca al Islam con el Terrorismo, con una conexión neuronal tan directa que asusta. Lo que se dice irracionalidad: no hace falta pensar, puesto que la lógica viene preparada como el puré Cheff. Un cotur de turbante en un tren produce miedo. Y si se trata de un pakistaní... y bueno, son todos iguales.
Lo otro es...¿Cómo se le explica a, supongamos, los chicos de uno que el Premio Nobel de la Paz salga diciendo "América (sic) puede hacer lo que quiera. Vivimos en un mundo más seguro. Yo di la orden para que mataran a este barbudo"? ¿Cómo se come eso junto con el concepto de presunción de inocencia?
Incluso la mediatización livianita del tema ayuda a digerir lo indigesto: Se casó esta chica Jelinek, después el Príncipe inglés, mataron a Bin Laden, Pino y Macri se bajaron de la candidatura presidencial.
No se trata de Bin Laden. Se trata de una afrenta permanente a la capacidad de asombro. Creo yo, bah.
Saludos
Adolfo el jueves, 05 de mayo de 2011 a las 10:16 AM
en La venganza será terrible del 04/05/2011 dijo: