Hola Alejandro : me refiero a que en forma de pregunta que afirma, dijo que yo era Marta.___________________________________________________________________

¡Ah hoy fui dichosa ! Sin la más leve duda.
En Sierra de Los Padres, una granja tan extensa que sus límites eran sembrados y ondulaciones, sin saber dónde comenzaba uno y terminaba el otro. Viento frío, sol, cielo azul y los verdes nuevos en vez de los que creí encontrar.
¡Cabritos y corderitos bebés, negros, blancos, color arena, marrones, brincando con gracia que envidiarían bailarines! ¡Alegría, ausencia de mal, paz, armonía!
Juegos naturales y encantadores, bruscos o torpes o violentos, pero puros...
Sería muy largo de contar todo lo que vi y sentí. Tal vez resulte más sencillo decir que viví lo que soy : un alma campesina, panteísta.
La gran sala vidriada, siendo la pared el paisaje, la enorme chimenea con sus leños ardiendo y la corona, la ronda mágica, de las chispas : me olvidé de los chicos y quedé atrapada en la belleza de esas llamas y sus luciérnagas.
La música era una presencia; de afuera llegaban las voces del Coro, perfecto, todas distintas, en tono y color, de los animales y los niños.
Allí era yo. Y yo : una inmensa respiración de gratitud.
Pude extrañar a alguien, pero en sitios así es cuando más siento su compañía, su metacompañía si prefiere.