¡Por dios, cómo puede un hombre transformarse tanto en un fin de semana! Intimidado y respetuoso, perfil más que bajo desdibujado ( nada de ir contra el viento), algo confundido por toparse con tanto blindaje y ozono concentrado (fosforecencia azulada provenía de A.D. comunicada a la electricidad de la radio): Fábregas, antes de empezar, ya terminó con la boca cerrada para evitar irritación de garganta y, bocado de hierro, nada de goma, en los piafantes caballos alegres del pensamiento. No podía temer ser convidado de piedra sabiendo con certeza que no lo era, entonces ¿qué estaba sucediendo? Así como se huele en la ropa y en la persona que estuvo en un lugar donde se fumara, se olía un polizón - consciente o no - en la presencia, en la tonalidad de la voz de A.D. con fuerte reminiscencia de algo pesado y prepotente... Faltaba el olor a azufre y Vinicius cantando Mañana de carnaval que ¡cosa e'mandinga sonóooooooo en el programa!.
Después de tanta fiesta dudosa y, fiera suelta, demonios sueltos, zombies producidos hasta parecer Helena de Troya y Dorian Gray; pantagruélica panzada de maldad, siendo el país entero la mesa servida, remando con un solo remo, buscando un puerto respirable sin peste en el aire y las mesas y manteles sin muertos; con refugiados como una, confiando y rezando, "hay otra orilla, hay otra orilla, hay otra orilla", ya sin oxígeno y mucha sal - limpiándose los mocos con la manga - no es justo, no fue justo, encontrar al Gigante en el Jardín, como si hubiera visitado a el Ogro y no a la Reina.
La orilla, el Jardín, no debe cambiar. El Gigante una sola vez, después de ser gigante, habrá tenido la oportunidad de aprender.
Queremos a A.D. de nuevo, no al Príncipe Feliz. Queremos cada corazón en su pecho y cada golondrina en su árbol. Pero no queremos al Ogro.
-"¡Al no ser ya bello, de nada sirve! -dijo el profesor de estética de la Universidad." Hombres, mujeres, países, ideas, sentimientos, actos, sueños, no pueden ser medidos, ni fundidos, ni arrojados al basural, por el capricho o el poder o el miedo o el Bosie espiritual de cualquier eslabón perdido : porque al final va a ser cierto, lo dicho por el filósofo "nosotros somos el eslabón perdido, el hombre es algo por ser"...
Fábregas, ¡bienvenido!... pero para participar. ¿Qué sabe hacer? muéstrenos, somos niños en el Jardín. ;)
Dolina,... pues, Dolina si no se pierde de vista a sí mismo. :( :) ♥
Viyi el miércoles, 05 de agosto de 2015 a las 05:58 PM
en La venganza será terrible del 04/08/2015 dijo: