El Amor no tiene límites en las criaturas creadas, no puede culpar ni castigar lo que no es responsable de haber nacido con su ser biológico determinado : todo es perdonable así.
Pero ( y aquí puedo recordar a Sartre) si "uno es lo que hace con aquello que han hecho de uno", entonces es responsable de ese uno y de lo que ese uno ( espiritual-psíquico-sensitivo) ha hecho : el mal, es la tortura física y metafísica de la Inocencia.
El Amor como una ola en la playa no deja de abarcar todo lo abarcable.
El ser tiene que alcanzar el estado de la materia lavada y brillante como después de la lluvia.
Amo, duelo, exulto, el bien ausente en el malo presente, perdono como el creador perdona a la materia : pero el espíritu, fuere cual fuese su condición después de suficientes oportunidades luminosas,... deberá reparar como pudiere; no hay, aquí, perdón; simplemente porque una cosa elimina la otra.
No perdonar significa de algún modo, que el error se modifique; no que se naturalice.
No hablamos de grandes verdades usadas para competencias de poder, que hunden la vida de los individuos en el error, de entrega y renuncia a su dependencia... Se lo dejo a la religiosidad, a la ciencia, al arte, ... y a la fe que no tiene nada de ciega : pues la verdadera fe exige un enorme y amoroso, gesto, acto, de descorrimiento de los propios velos. Condición primera, previa, para pretenderse ubicuo, con derecho a trascender lo personal.
"Yo oía a aquel hombre como si estuviera soñando sus palabras y su cara". Reía con la verticalidad del sobrio y la horizontalidad del dolor promiscuo. Él era un podio en paroxismo.