Yo supe tener el radiograbador pegadito a mi cama, para adelantarme a la irrupción furiosa de los alaridos de la tanda, estirando la mano y bajando abruptamente el volumen; curioso que al perro no le afecte; a mí sí. Interfiere con mis nervios y el disfrute del programa.
Pero una noche en que él dormía profundamente y Dolina silbó y agregó unos cuchicheos, ese cerebro que tiene constantemente despierto en la cabeza, lo arrojó de la cama, ladrando y corriendo, acto con el que enganchó y arrastró el cable, matando al radiograbador.
Desde entonces, tengo que levantarme para alcanzar la radio (otra) en su lugar protegido. La brusquedad asusta a mi perro y lo predispone al ataque, de manera que me muevo lento y cuando llego al dial, ya es tarde. Mi vecina ha dejado de saludarme.
Algo funciona mal y no es Vincent.

Esta noche habló Dolina por Radio del Plata, en un programa llamado Rayos X. Era una entrevista telefónica, en la que se trató el tema de la reunión de los artistas con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Me entristeció doblemente : por ella y porque escuchar la voz de Alejandro un domingo a la noche, me confirma cuánto lo extraño.
En alguna parte escuché, grabado en un celular, lo que Dolina le dijo a la presidenta en esa reunión. Y me gustó, cómo la saludó al final : - Hasta pronto señora.