La muerte es una experiencia salvaje : para atravesarla, la vida dispone del estado de amor. De después no hay memoria, porque no debe haber memoria : un bebé nace sin nada, vació, para crecer, para llenarse, para vivir. Cuando lo logra, ve que la memoria siempre estuvo allí.
Cuando aquel que somos es despertado por el amor, ocurre una experiencia semejante a estar en el agua : ningún músculo se distrae, la atención supraconciente no puede volver a dormir,...porque entonces el hundimiento en la oscuridad es otra experiencia inevitable.
La búsqueda de Amor, es la más alta pulsión, tensión, voluntad del alma, para sobrevivir y pervivir.
Los respiradores de amor, lo saben.
Hay que haber nacido por segunda vez para comprender sin palabras.
La piedad, la compasión, son como un rayo terrible, que rompe el pecho, y activa una desconocida dimensión del Corazón ... Llega un punto, en que se hace necesario ( se puede retroceder, se puede decir no,no se es obligado ) mirar cómo un cuerpo amado se descompone, y la rata se acerca a él, y el gusano brota de él ( se puede tomar como metáfora )...Lo que sucede entonces mientras al fuego del rayo ardeel corazón,...es personal, en en el secreto campo de la conciencia.
Poetas, místicos, y otros, han tratado de compartir un vislumbre, una lucecita... Y es muy difícil.