Desde luego que esta oportunidad genuinamente democrática que nos ofrece escribir en este foro, se vea ampliamente reducida a su mínima expresión, no significa ni debo creer que sea signo de una paralela decadencia como la que pregonan los paladines de este foro.
Esto va dirigido a aquellos que tenga una pequeña luz de conciencia de las supuestas tinieblas que manifiestan los portadores del cáliz: va aquellos que piensan, si es que lo hacen, cuando escriben un comentario, cuyo refugio de "opinión" les queda grande. Va dirigido a los que profieren puras impresiones, bagatelas, piedritas de vecindario y dardos, a esos les invito al ostracismo y al anonimato, tan necesario, y que tambien posibilita y nos ofrece este medio.
Que se tomen aún más en enserio, si es que se lo creen, y que reformulen los códigos morales de la libertad de expresión, para instalar ya de una vez por todas una tiranía de la sandez sobre quien deba de ir o no al banquillo, de A o X del programa, y entronizar la ciencialogía de la opinión ad infinitud: peor aún, y lo que es en definitiva objeto de mi reaccionaria intervención, recomendar a los vecinos de tal o cual lectura, y olvidar de pensar en aquellos verdaderos valores que invocan, cuando conviene, justamente, cuando se hacen llamar seguidores de Dolina.
Crean, amigos, crean un poco en la esencia de la democracia que nos beneficia en favor de todos, pues -la comunidad es nuestro fin, pues a nosotros ni siquiera nos importan tanto nuestras propias obras-. Lo dice el maestro que solo quiere ver al discípulo enseñando; lo dice el maestro, también, cuando dice: quieranme un poco. Entonces quieran un poco a los poetas nublados de nostalgia y desamor que andan transfigurados por estos lares, y que no desean más que expresarse y ser leídos: ya tiene bastante con sus propios dilemas, autocríticas, llantos de trasnoche, anhelos del fármaco y opio del romanticismo como pulso de vida. En pocas palabras: parece muy difícil comprender aquel mensaje cuyo único destino es convertir un naderío que dice no leer, o pasar de leer tal o cual intervención...¿Para qué debemos saberlo? ¿Por qué debo, o debemos saber cuáles son los intereses del susodicho abnegado, que hace gala de obviar lecturas -poéticas-?
...Me pregunto si un juicio de valor cuyo significado, que no pasa de un torpe amiguismo invisible, guiño a la estratosfera, (pensará aquel que quizás haya alguien que piense como él, quizás, lamentablemente, sí, y muchos) o a ese que dice algo así como -leo esto, paso por encima de este otro, y sigo leyendo, paso, ect....
...Juicio de valor... demasiados siglos pesan sobre este apotegma, demasiada ilustración para habitar un espacio que ni dios ocuparía....es tan estrecho.... Y para esos que consideran la libertad de expresión como la libertad de poder mear a las puertas del banco central, y reírse, recomiendo, sin pedanterías, algunas lecturas estoicas y que echen a la hoguera y hagan herejía de su propio ego a cambio de un uso de la razón un tanto más generosa, y se dejen embaucar por las dádivas artísticas: palabras que no pretenden nada más que expresarse.
lionella el miércoles, 07 de marzo de 2012 a las 10:01 PM
en La venganza será terrible del 06/03/2012 dijo: