Virginia, recién repasé algunos mensajes y leí lo que puso sobre el Che. Anoche conmemoré su captura como algunos otros, en mi interior, en la Feria del Libro, y en una taberna Vasca, brindando por él con mi esposo, con un Malbec de Mendoza (antes del aparato, le aviso).
A veces Galeano me rechina un poco porque me da la impresión de esos escritores, que eligen temas a pedido. Cuando hay que ser de izquierda, vamos; cuando la ONU condena algo que uno defendió, cambia de opinión. Tiene derecho ya sé, pero no a pedido de la popularidad que tenga tal o cual compromiso con la sociedad. Debo admitir que muchas cosas de él me encantan (uno de mis primeros libros fue Las venas abiertas...).
Pero a veces las conductas me alejan un poco. Por eso siempre le nombro a Benedetti, que también cambiaba de opinión, pero jamás dejaba que eso lo usara la prensa para regodearse.
Volviendo al Che, esa mirada de la que usted habla, me resulta tán mágica en cada foto, y tan viva aún cuando fue cadáver. Y eso que le habla una de las personas menos crédulas de estas latitudes.
Mi homenaje para el líder, para el valiente, para el guerrillero argentino-cubano del cual, mire, pongo las manos en el fuego y todo el cuerpo, que no habría renunciado a sus principios como hicieron otros.
Me impacta lo que dice en su carta a Fidel: no dejo bienes materiales para mi esposa ni para mis hijos y no me apena, sé que el Estado les brindará todo lo que necesiten (no será textual, pero algo así). Ahora podemos decirle a la memoria del Che, que el Estado cumplió con su familia como con el resto del pueblo.
Brindo por él y por todos los que lo toman como ejemplo.
marta el lunes, 10 de octubre de 2011 a las 01:43 AM
en La venganza será terrible del 07/10/2011 dijo: