vea... es justamente en mi carácter de arquitecto que me declaro inocente, no sé nada, yo no vi nada, en ese momento estaba durmiendo y lo puedo probar (por la marca de la sábana en la mejilla).
Mauricio, palíndromo es una palabra que no acierto a pronunciar, mire si se la voy a estar gritando a una montaña a ver que me contesta. Además por ahí la montaña se cree que es un insulto y me lo devuelve en forma de avalancha, o de ahchalava, vaya a saber. Lo que le puedo decir es que las palabras capicúa como oso y otras tantas no se dejan alrevesar, así que pensándolo bien, usted tiene razón, ya parados frente a la gran muralla del Aconcagua conviene gritar ¡ananá!