Muy cierto, Viyi, muy cierto.
Tu comentario es un excelente recordatorio, y no puedo menos que abrazarlo, incorporarlo y agradecértelo.
Alguna vez traje a este foro una frase del gran Buda que no me canso de repetir: hay que matar el ego, y asegurarse de que esté bien muerto. El ego (una de cuyas expresiones es la vanidad) es extremadamente hábil; a veces solamente se hace el muerto, pero sólo está esperando su oportunidad para regodearse en sus supuestos logros, o en sus supuestos conocimientos, o en su supuesto ingenio.
La lucha contra ese gran (único) enemigo, el enemigo que nos impide acceder a nuestro glorioso destino cósmico, es una lucha contínua, permanente, donde no podemos permitirnos bajar nunca la guardia si aspiramos a vencerlo en algún momento.
Es verdaderamente una batalla 24 x 365 (366 los bisiestos).
No es de extrañar que sea así, desde que estamos luchando contra muchos millones de años de condicionamiento animal. Tantos, que podría parecer que la lucha es inútil, si no fuera que tenemos frente a nosotros a un puñado de valientes colosos espirituales que, luego de una guerra de muchos años (¿millones de años?) lograron la más grande y gloriosa de las victorias que puede alcanzar un ser humano, que es la recuperación de su herencia divina, y que nos alientan a todas horas con su ejemplo y sus enseñanzas.
Nuevamente, gracias.