No sabía lo de Macri, nadie dijo nada en la escuela ( aunque en mi escuela disgusta mi política y la práctica de ella ). Al leer historia argentina, al conocerla, esperar otra cosa habría parecido ingenuo. La esperanza de una Argentina distinta, no puede renunciarse, pero, la capital es el bunker, el bastión del clasismo y la elite progre : ¿perfume francés o riachuelo? Parece ser que "ellos" se "han ganado" lo que son - además de heredarlo (?)- el "resto", son sus sirvientes o los indeseables usurpadores de "sus tierras". "Los otros" seguimos siendo una colonia, pero en manos de la "clase central" cuyas generaciones ascendientes se arrogaron por la fuerza bruta, el delito y la corrupción de la palabra, el atributo de autoridad y soberanía : la soberanía es de ellos, los hijos de la criadita el resto ( la criadita no sólo es el trabajador o el pobre,...también la tierra).
El final de la película de Belgrano, las reflexiones del mismo Belgrano ( vimos, oímos, analizamos con mis alumnos, pausando en cada escena que lo requería, para aclarar, para rescatar) deja el doble mensaje de la derrota : el idealismo y la integridad no son redituables ¿ querés terminar así ? haceme caso, "votalo a Mauri".
Enseñar a pensar, suele ser igual de desgarrador, pero entonces aparecen 5 ó 6 miradas profundamente atentas, vivaces, 5 ó 6 manos que se levantan, 5 ó 6 voces que luchando con el reconocimiento de las palabra, dejan flotando frases extraordinarias. Y uno siente un fuego feliz en el pecho. Y sabe que hay corazones puros y mentes lúcidas y limpias, que hay que cuidar : la escuela tiene el deber de no malograrlos.