Me sorprende mucho el grado de agresividad de algunos comentarios para con un programa que en teoría nos gusta mucho. El programa es una obra de teatro, los actores desempeñan personajes que seguramente tendrán mucho de ellos pero que no son ellos. Alejandro improvisa la trama mientras Patricio y Jorge, continúan el desarrollo. No es fácil hacer eso y poder ejecutar ese baile con gracia e inteligencia, no depende de niveles intelectuales, conocimientos previos, especializaciones, sino, de una disposición al baile que no se tiene todos los días y su ausencia pertenece a los gajes del oficio.
No añoro programas pasados porque no tengo suficiente memoria para ello, me gusta lo que se hace en el presente porque creo que es lo único de lo que se puede disfrutar plenamente.
Creo que es un error exigir en quienes se exponen públicamente, lo que no exigimos para nuestras vidas. Es un acto perverso levantar el listón a los actores como si fueran muñecos de papel. Tal vez haya más ganancia cuando empecemos por cambiar las cosas que nos molestan en nostros y dejar de proyectarlas en los otros.