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La venganza será terrible del 10/04/2015

Comentario #62952

viyi.v.pelayo

viyi.v.pelayo el lunes, 13 de abril de 2015 a las 10:40 PM en La venganza será terrible del 10/04/2015 dijo:

A.D. se repite para ser releído.
Para "tomarle la temperatura" al placer, a la poesía de la búsqueda, a la capacidad de intuir aún las respuestas a las preguntas informuladas, que se hacen evidentes como revelaciones, después del encuentro y la lectura, con la otredad familiar y la desconocida.
Hay oídos en los ojos y ojos en los oídos y lenguas en las manos : verifica si aún están y qué nuevas destrezas aprendieron... juntos.
Se ofrece a ser acariciado y le da a la caricia la posibilidad de reencontrarlo, de reconocerlo, de confirmar preferencias o inaugurar rechazos...
"Quiero todo lo que quieran darme, lo que no quieren darme no lo quiero".
Y espera que el que relee y acaricia responda "quiero todo lo que das y, lo que no das, mi caricia lo buscará hasta despertarlo, hasta que no quieras dejar de darlo".
A.D. como la música está hecho de tiempo y de aire; el que llega cada vez en su voz, el que se comparte en un cuerpo de palabras.
Tal vez repetirse, es una forma de comprobar si aún "lo leen".
Si aún lo reconocen. Si aún lo aman con el buen amor que lo incluye todo, pero demuestra "cuántos pares son tres botas" en presencia al menos de dos y no de cero.
Cada creación táctil al oído, es una parte de él, como esas otras audibles al tacto, al alcance de la caricia del amador. Son las mismas, pero en realidad son lo que la caricia dice que son : no al que acaricia, se lo dicen a él.
Si A.D. necesita ser releído hasta que la luz se apague y aún después al resplandor de la lámpara interior, será menester que procuremos acariciar bien.
Pensar y sentir son paralelos, se tocan, se conectan, intercambian, pero no se funden y confunden porque dejarían de ser pensamiento y sentimiento... Se consultan, examinan, median y acuerdan, deciden y eligen lo que es mejor para aquello que los reunió y confrontó; lo saben, cuando cesa la discordia.
Una versión de "el hombre ilustrado" con tatuajes en la voz. Y es la movilidad tonal de esa voz, la que cuenta historias, se cuenta a sí misma y a él "en el barro y el silencio" (al decir de Galeano).
El rancho y la querencia se repiten, cada vez; reconocer los rincones es el placer alegre y también la violenta ternura... Si eso existe y entonces, recién, se pueden agregar nuevas historias, nuevos símbolos y vivencias. Significados de común secreto, intimidad que sin los disciplinados ritos, ni las líricamente acometidas rutinas, no pueden visibilizarse, ni comprenderse, ni compartirse.
Por eso tres botas sólo pueden ser dos pares o ninguno; por eso tanta torre de Babel a la hora de explicarlo o definirlo; tanta discusión estéril.
Pero nadie tiene ganas de ofrendar su sandalia para que termine en una feria americana o un remate o siendo el premio sorteado en una fiesta de caridad. Sobre todo si en realidad es un pie descalzo el ofrecido.