Increible programa. Dolina completamente comprometido con el momento y el público. No hay con que darle, siempre parece otro Dolina el de Madrid, y es tan distinto que hasta se da cuenta que el Fantino que alguna vez elogió en Buenos Aires no es más que otro mediocre entrevistador que lo único que hace es meter cizaña y generar polémica. Arrancar el programa así fue buen presagio.
Impecable lo de Piedrahita, un ejemplo de un tipo que entiende por completo como funciona el programa porque evidentemente lo escucha y lo admira en serio. Quizás los años anteriores no se destacó tanto porque su intervención era breve, un poco forzada y hasta restringida por atentar contra el trío. Tengo la suerte de haber conocido a Luis de mucho antes (por la magia) y es un tipo brillante. Espero que tengamos más programas con él cuando visite Argentina en julio.
Barton. Como es de costumbre, tiene que sufrir un poco más ante un Dolina tan activo y exigente, pero se la aguanta, le sobran recursos y él sólo puede generar los aplausos y las risas del público.
Gancé y el Trío Sin Nombre, el cierre perfecto.