Escribe un amigo uruguayo: "querer ser el mejor de la clase. Un alcahuete, diría el mismo Alejandro".
Respondo sin meter a Dorio en el medio (un Dorio que me parece formidable, pero no viene ahora al caso): este concepto me parece errado. Es muy válido querer ser el mejor de algo, sea de una clase, sea de una generación, sea de una quinta. El ansia por sobresalir, por buscar la excelencia que nos lleve a destacarnos es el impulso que nos convierte en mejores. Y lejos está ese disparador de la alcahuetería.
Recuerdo un ejemplo -todos sabrán de qué hablo- donde se hablaba del noviazgo: uno quiere ser mejor para conseguir a la Mujer Más Amada. Entonces trata de aprender destrezas, hacerse más apetecible, sazonarse ricamente para ser degustado por Aquella que ha elegido. En definitiva, uno aspira a más porque su sueño lo lleva a querer ser más. Y aunque uno no consiguiera el amor que busca, el resultado es que en su deseo de llegar a buen puerto, uno se fue haciendo mejor. Vale más al fin del cotejo que lo que valía antes de iniciarlo.
Si esto es ser un alcahuete, que vengan los amigos de Patricio a explicarme por qué.
Alvaro el viernes, 12 de febrero de 2010 a las 10:26 PM
en La venganza será terrible del 11/02/2010 dijo: