"Contraviniendo sin tapujos la ideología que le dio vida", eso es paradojal,... casi define la historia del mundo.
"Lizzie Magie quería cambiar el mundo con un juego, educando a la población en las trampas camufladas del capitalismo. Los jugadores por su parte, lejos de indignarse por las desmesuradas rentas de los monopolistas, como ella pretendía, descubrían ensimismados su propio afán acaparador de capital, hasta entonces insospechado, que les hacía luchar por conseguir el mayor monopolio del tablero para ganar el juego, arruinando de paso a sus competidores.
Su invento, en vez de dejar un poso (¿piso?... ¿pozo?) de rebeldía anticapitalista, generaba adeptos promonopolio. Acumular riqueza ficticia era más reconfortante que pensar en la lucha de clases."
Su inventó probó la pre-existencia de la "clase", antes que la lucha por ella. Un exitoso test psico-socio-lógico.
La paradoja es que la clase tal como se da en el ámbito humano, es parte de su naturaleza. La lucha aparenta ser por extinguirla, pero lo es por la movilidad dentro de ella. Y el método intrínsecamente perverso, es intrínsecamente humano. "En el juego no había tapujos" - por distintas motivaciones posiblemente; en la vida son constantes, por una sola motivación.