Vio, Mariana, yo recuerdo los festejos de ustedes porque acá enlos informativos pasaban cachitos, incluso cuando cantó Falta y Resto. Y bueno, Victor Heredia que lo adoro, y no me acuerdo quién más.

Acá hubo esa cosa cómplice con los jovenes y los más viejos, pero le diré que eso se dio de una manera muy palpable la primera vez que ganó el Frente. Ahora, al separar escenarios donde había rock, de otros con grupos que la mayoría de los jóvenes no conoce, no fue tan evidente, aunque sí, nos sentimos unidos con los que estaban en esa sintonía.

le diré que ahora el fenómeno me parece que ha cambiado. Cuando ganó el Pepe, salimos todos bajo un temporal tremendo y justo el estrado donde iba a hablar el Pepe estaba en la rambla. El viento y la lluvia amedrentaron a los más viejos, pero los jóvenes (y otros que estábamos descontrolados de felicidad) se adueñaron de la rambla, de 18 de Julio, y de todos los barrios con fuegos artificiales en los lugares más alejados y donde la pobreza se ve más.

Fue hermoso, también, ver la multitud empapada, el Pepe y su mujer empapados y sin dejar el lugar, porque como dijo él, "esto es para vos, pueblo". Me parece que Néstor tenía algo de eso, no lo conocí mucho, pero el velatorio lleno, lleno de juventud, me conmovió y alimentó mi esperanza por el futuro más allá de lo que usted pueda imaginar.

Otra jornada gigantesca, Mariana, acá fue la vuelta a la democracia en marzo de 1985, estrados con Silvio Rodriguez y muchos latinoamericanos más.

Yo soy muy sensible, y enseguida se me caen lagrimones. Me pasó cuando vino Fidel en el 95, (yo con el adolescente, ahí bebé, en brazos) me dije, acá estuvo también mi hijo. Más adelante la venida de Chávez, que en lugar de salir a la terraza de la intendencia con Tabaré, salió con Pepe (si será pícaro, parece vidente el Chavez). Ahí yo estaba con el pequeño en ese entonces de dos años y me dije también que aquí había estado mi otro hijo.

Historia viva y nosotros protagonistas.