Tal vez sólo puede juzgarse al que sabe lo que hace, si el que juzga también lo sabe. Sino, sólo el Creador puede juzgar su creación y, aun así, sobre la marcha : por eso del libre arbitrium - don del verbo y la carne de ser por reflexión y elección - que, en la infancia de la humanidad, era innecesario.
Fue preciso el Mentiroso, el argumentador del libre albedrío ( que no es lo mismo que arbitrio ) : el juicio defacto, de la voluntad regida por las pasiones reactivas, causales de la ruptura de la razón "sentipensante"...que Equilibra. Lo que no sabemos es el origen de esa máxima pasión de experimentar el goce de sí mismo como superior a todo, superior incluso al goce por su Creador : Ninguna otra sensación o conciencia, debía existir por encima.
¿ El que creía saberlo todo reaccionó al oculto reactivo o al extraviado reactivo?... ¿ Fue él mismo, el reactivo y el padre de la reacción ? El atributo de cocreador o guardián, despertó el displacer intolerable... Acaso el hombre, fue un plan de dios, acaso podría. ¿ El hombre niño fue entonces como un "endometrio" donde restaurar el equilibrio ? donde la semilla del Creador volvería una y otra vez con el único posible argumento, remedio : el Amor.
Así que todos somos giles, hasta que el Amor nos ilumina un pedacito. Y luego lo apaga, confiando que podrá allí autogenerarse luz, e ilumina otro pedacito de nuestra oscuridad : no somos capaces de durar más. El libre arbitrio sería - el del Creador que ayuda no el del mentiroso terrorista - ser conscientes de Amor, y amar.

Patricio Barton : - Tanto la gilada como el juicio hacia el gil también es otro estado, un estado de ánimo, de conciencia.

¿No sería bueno a la conciencia bañarse en la Conciencia, en su Lluvia que cae para todos ? :) Un beso.