Los Tres Factores de Dolina y la Declinación
El programa de Alejandro Dolina tiene tres factores, que cruzaré con su trayectoria de 30 años y su supuesta declinación:
a) El Humor: Dolina es un mago de la semántica, tiene una inteligencia lingüística prodigio que le permite procesar varias acepciones de una palabra a la vez, como si manejara cinco lenguas en un solo idioma; su humor está intercalado en cualquier momento lo que da al programa imprevisibilidad y hace posible los restantes dos factores. También se basa en el cinismo (que significa 'como un perro') y a los 40 años, el cinismo del hombre que camina hacia la muerte es muy diferente del que se puede ejercer a los 70 años, cuando se busca una integración conceptual. En ese sentido, Dolina ha perdido repentización, reflejos, porque así hace el ser humano, envejece. Sin embargo, su ejercicio constante de la lectura y la dicción evidencian una persona que tiene habilidades de lenguaje muy superiores a cualquier persona de su edad. También su integración conceptual pasó del seductor de Kierkegaard, el reclamo de inmortalidad de Unamuno al intento de una visión global de toda persona inteligente y de bien a quien una de las parcas quiere cortar el hilo de la vida; en general hay una vía mística y otra que se inclina por la física ¿por qué esta última? Porque es una ciencia causal de lo que hay. Y los que vamos a morir saludamos a los entes por hacer a un lado las esencias. Tiene menos fluidez , por supuesto, y el segmento de humor es el más deteriorado con el paso de los años, mezcla de envejecimiento bien llevado y angustia ante lo real que siquiera el cinismo puede decir
b) el Factor Concepto: Dolina fue capaz de recitar historias de reyes medievales a la una de la mañana y tener el mayor share en radios importantes. Para lograrlo se requiere tener una visión particular que corresponde a las personas inclasificables. En ese sentido, no hay declinación en el programa; el programa incluye en la historia de Aquiles en Troya la actividad de un compadrito de Barracas; escogía fragmentos de historias, todas terminaban mal si se las prolongaba, y segmentaba cada relato diciendo 'pero esa es otra historia'. La capacidad de retratar mucho con rasgos curiosos de personas notables suponen una ondulación magnífica que va acompañada de un clima cultural universitario y esperanzado. No advierto que acompañe estos momentos de forofos agresivos y decadencia cultural.
c) El Factor Editorial: es la opinión político social de Dolina, que puede aparecer en cualquier segmento. Este reporte ilustra su posición: https://www.youtube.com/watch?v=51x1LR31r60 ; peronista, cree en un estado intervencionista, parte de que el liberalismo necesita un punto de partida equiparado que no existe en Argentina, de allí su adherencia al realismo político. Costumbrista, predicador moral sin ejercer de moralista sino de filósofo; quizá su notable perdurabilidad reside en que fue filósofo de las costumbre en el sentido leostraussiano: Una persona que cuando dice, sabe lo dice. Sin embargo, él no habló a todos para que entiendan algunos, sino que habló a muchos para que entiendan muchos. Esa es la parte que no le reconoce la filosofía y le resguarda como hombre de las artes a quien los entrevistadores quieren llevar de corrido a hablar del amor para que diga como levantar minas. A Dolina en cambio le gusta mucho más decir como no lograrlo, y he ahí su sabiduría esencial acerca del amor.