La gente no tiene la culpa de la ciudad, del búnker, del reino, de las reglas del juego. Puede que sean responsables de cobardía, de adormidera, pero no de mala entraña : la raíz necesita espacio y alimento para crecer. En todas partes se ve cómo eso fue cortado. Hay más víctimas que victimarios, incluso en los cínicos que asomaron la nariz en la página. Y eso me conmueve - diría Dolina "me gusta" como si gustar tuviera alguna especialización de la cual carece conmover - Aún desde lo más malo, lo bueno tiene oportunidad.