"La gente pide temas musicales, pensando que iba a haber músicos" - dice Dorio.
Y para que no quede dudas de lo que ha sonado, lo repite Dolina como un interrogante sin signos. ¿Perplejidad, complicidad ?...
Es verdad que hay límites que son o no son lábiles. Pero hay un límite aún para lo lábil...
Mi oído rechazó, colmado y hastiado, ese reflujo constante de sarcasmo que se confunde a sí mismo en un intoxicado retrueque,...que provoca duda sobre si es una ironía o un sentimiento real del momento, dicho de modo que quiere implicar otra cosa : modo sin acceso más allá.
No respondo a la posibilidad del acicate, de la provocación, respondo al obsceno impacto de la equivocada línea de pensamiento, desembocada en comentario : Dolina es la clave de Sol, el primer músico, el maestro a cuyo centro el canon circular se acomoda y crece. Y Dorio lo sabe. Y también sabe qué significa el Trío sin Nombre.
Donde Dolina está, está la Música.
El circuito del discurso de Dorio, saturó sensibilidad y neuronas tal vez ya sobrecargadas, como ciertos productos maltratados sobrepasada su fecha de vencimiento. Pero lo que colapsó, es reconocer el recurso barato.
Así como alguien dijo "Donde ella estaba, estaba el paraíso", yo digo : Donde Dolina está, está la música.
Disculpas : no es nada contra Dorio...
Es contra su falta de revisión de mecanismos comunicacionales, su entrega sin ajustes a esa inercia efectista, su impronta sin previsión respecto a que el vuelo bajo de una idea cansa.
Cierta náusea descalifica la pena, no considera arte y vitalidad dibujar una silueta donde no hay blanco y el puñal mellado calza en la ranura abierta en repetido engaño del lanzador, sólo para provocar movidas en una jugada propia del truco o del ajedrez, incluso de algún juego nacido ya viejo.
Hastío acrobático del parlamento raquítico del trapecio, sobre la consabida red : a veces pasa a través de los agujeros, tan unidimensional.
viyi.v.pelayo el sábado, 14 de diciembre de 2013 a las 09:42 PM
en La venganza será terrible del 12/12/2013 dijo: