La obra de arte o el caos delimitado, no tienen ningún mérito : son el estilo y la individualidad del creador.
El ser humano no tiene méritos : sólo estilo e individualidad; el detalle, el pan bajo el brazo con el que nació, es decir que trajo dado por el Creador. ESO es lo que persiguen los mercaderes de humanidad, lo que roban seduciendo o cazando, lo que el mercado del mundo necesita para sus vitrinas pues ellas llenarán sus cuentas bancarias que retroalimentarán su poder para inventar méritos, el único modo de mercadear en su delirio de sinfín.
Ni siquiera al concebir, óvulo y espermatozoide tienen mérito.
Al uróboros nada lo controla.
¿Hay mérito en psicoanalizar un cerebro extirpado?,... tal vez pudiere provenir de él la ruptura sórbica ( rara metáfora) cuando bocifera y marca a fuego la cosa de lo meritorio, porque de uróboros no proviene.
Ningún esfuerzo te hará cabeza o te hará cola, pero la tendencia crea el esfuerzo natural. Sólo por natural - no por imitación o artificio - se alcanzan y se distinguen una y otra al unirse; pero esa franja donde sucede, no es distinguible aunque se vea principio y fin de cabeza y cola, porque lo indistinguible, lo indefinible es la línea de la diferenciación o la línea de diferenciación. Y esa perversión premeditada - de la cual "mérito" es una de sus polimorfías - el hombre la incorporó astuta y sádicamente a lo taxativo de las Escrituras : culparás a dios.