Ayer descubrí una verdadera joya del cine. Una de esas películas que se nos atraviesan casi por casualidad y nos dejan pasmados, perplejos por la belleza y por la enorme emotividad que nos transmite.
Se trata de una película ambientada en la Georgia de Europa del este y un enlace con París.
Los protagónicos son femeninos y es algo clave en éste film, puesto que la mirada de mujer nos abofetea y nos aniquila a ratos, a largos ratos, pulverizándonos a los que muchas veces nos escudamos en formas, discursos y modos atávicos.
Bien por el cine. Cine que parece sencillo, pero no.
Si la ven, me cuentan.
Se trata de: "Cartas de París" (el original es "Depuis qu’Otar est parti..."). Producción Franco-Belga. 2003.