Ángel, un sistema democrático no se puede caracterizar por el respeto absoluto a la ley, ya que de esa manera no se podría distinguir de regímenes no democráticos que promulgan leyes. Para no hablar de que ningún sistema legal, por más que sea democrático, tiene legitimidad absoluta, como si fuera creado por Dios o por el pueblo con verdadera capacidad de elegir... y para no hablar del respeto a las minorías, que puede tomar la forma de mera tolerancia, qué se le va a hacer... ¿qué otra cosa que la tolerancia de cosas que desprecio, evita que yo asesine a Mario Mactas o a Magdalena Ruiz Guiñazú? (y cada uno pondrá su ejemplo) Si el sistema legal no me sirve como justificación de lo que debo y no debo hacer, la tolerancia tiene su utilidad social, y de paso, es una actitud mucho más sana (cuando llego a negarme a juzgar a otras personas demasiado duramente) que la intransigencia legalista. A mí D´Elía no me representa ningún peligro, etc. Que Dorio exista me es indiferente, salvo porque me aburre, y que usted lo odie en serio o no, me parece legítimo en sí mismo, aunque no conozco los motivos, para juzgar si yo lo compartiría... y aquí entra la tolerancia: odiemos y toleremos al mismo tiempo, y seremos felices para siempre, ejerciendo la malicia, pero absteniéndonos del homicidio (o al menos por ahora, ya se enterarán en los diarios si cambio de opinión).
Entonces, me parece todo bien, estoy de acuerdo con todos, creo, salvo con eso de juntarse en barra para ejercer lo que sea que van a ejercer en "modo hinchada", que me parece patético en todas sus manifestaciones.