Alberto, sigo sin entender que mierda tiene que ver todo eso con Dolina o el programa.

Sin dudas estoy de acuerdo en varias de las cosas que decís, pero no entiendo porque te enoja Dolina o por que los que lo seguimos admirando en algún aspecto, estamos equivocados.

Me parece que estamos grandes para seguir tomando a las personas públicas como íconos y enojarnos si sus actitudes no se ajustan 100% a las que esperábamos.

No se, será que tengo ideas muy tibias o soy muy caquita, pero no entiendo pensamientos tan rígidos, con buenos tan buenos y malos tan malos.