¡ Al fin Ruth Attaguile, qué delicadeza para el oído !
Tal vez alguno recuerde, como yo, una capítulo de Bar del Infierno, en el que Ruth canta A puerta cerrada, ¡ qué sensible y exquisita interpretación !...
Si no creen en mi subestimada adjetivación, bastaría que escucharan esa versión,... y que vieran el rostro de Alejandro Dolina tomado por las cámaras en primer plano, mientras la escucha : el trance de su rostro es el más superlativo adjetivo. Aceptarían mi adjetivación.
La objeción al uso del adjetivo, es propio de la máquina; no necesita ni puede distinguir matices ni sutilezas, incapaz del proceso de abstracción humano; la máquina fabrica poesía, no "vive" poesía.
virginia el jueves, 15 de septiembre de 2011 a las 03:49 PM
en La venganza será terrible del 14/09/2011 dijo: