¿Libertad de expresión, pluralidad de voces? "Si tocan a uno-a tocan a todos-as". "Esto ya ha sido el límite, no lo podemos tolerar, el pueblo a las calles, a las plazas, al estado de Asamblea". Se oye, se lee... donde aún quedan voces a las que se va vaciando lento pero seguro, de contenido (el sinceramiento del gorgojo)...
Ella con sus signos sonoros, que están grabados en el Viento, en un rincón que la mente elucubra mal - ¡ay por favor Dolina salga de mi mente que ya conozco el chiste y aquí sobra!-, desparramó el grito del territorio, esa primera y última verdad aunque no se tuviera más. Pero en el pueblo, ¿entienden lo mismo, por territorio?...
Es sencillo, la ecuación con el pueblo se resuelve así - también con los que creen que se salvan porque están "un poquito más" a la vanguardia de la "clase", en la punta ya saliendo, ya sacando el cuerpo - : si se defiende es culpable, si no se defiende es culpable. Si este domingo tocan el timbre, el portero eléctrico o, golpean las manos, no los asombre ver a los inquisidores en vez de a los mormones o a los testigos de Jehová. En la política humanista o no, las palabras tienen que ser hechos o los hechos aniquilarla. La palabra verdadera con su esencia unívoca y clara, por irreversible y existencialmente comprometedora, es quemada en la hoguera y por dnu se instaura la polisemia obsolescente - incluida la tautología de las firmas, los juramentos y, la "letra pequeña" ante ¡tanto sinceramiento! (esta palabra en boca de ellos es la magnitud ejemplificadora). Y si los escribanos se mantienen es por esa debilidad hacia el teatro que concentra el interés social por la mise-en-scènes distrayéndolo del crimen per se. He aquí la quinta columna entrando como cuña en la barricada intelectual y emocional de nosotros : el rechazo por la palabra, por lo tanto por el pensamiento, por lo tanto por la conducta libre que deviene de interpretar que lo más poderoso y complejo a nuestro favor, son los sentimientos y la Pasión controlada. Nadie se toma tanto trabajo criminal por el árbol de los pensamientos, sí por el núcleo, el nido mismo de la fuerza vital... Los que comen poder para ser eternos ejercen el terrorismo en el bosque, pero son los pájaros de fuego del árbol, sus cantos y vuelos polinizadores, lo que persiguen : les va el poder y su única concepción de la vida por lo tanto, en matarlos. Algunos como volcanes (después de haber aprendido a humear poco y parejo) sabemos de la locura de su captura, del tortuoso sufrimiento, y rugimos como hijos por la ascendencia y la descendencia del árbol y de ellos ("Prefiero la muerte y hablo en serio" humeando serena dijo una mujer en asamblea que autoconvocó el "se ha ido" de Néstor Kirchner)... No basta lobotomizar para impedirles ( los hombres acusan de ninfómana a la misma boca de la que nacen, proscripta en la memoria la causa acusadora de la voracidad de la propia, no es sublimable la nueva mutación) lo que de hecho es combustible, hay que apropiarse del secreto poder ignitor. El Dios "muerto" vive en los pájaros de fuego. Metafórica y polisémica digo que la endogamia "cambió" a dominante la virulencia del gen recesivo. Creo que como nunca en estado permanente de inminente peligro, seremos irrecuperables si nos perdemos, si no se despierta o desarrolla la inspiración cósmica, la meta-imaginación, la simiente de algún pájaro de fuego. Lo mejor de lo humano, el entusiasmo del hombre posible, debe contraatacar.
Incluso las que usamos el idioma Wen. :) ... ¡Buenos días!, ¿cómo están? Ojalá que vivos y despiertos. Ojalá que amadores y , manteniendo el humo parejo en ese fractal del universo que es la cabeza , humo de su otro fractal que es el fuego del corazón.
Y aquí va el mensaje Wen de Dolina que hago mío :
De los portones del alma
de la morada del beso
del manantial del lenguaje
absténgase de salir
ofensas líquidas
a la dignidad horizontal
que nos sostiene,
manga de chanchos.
Ahora si prefieren la elocuencia, que gusta a los políticos y a los que quieren convencer de lo que el otro no debe ser persuadido, Prohibido Escupir En El Suelo o, en este caso, no escupan sobre lo que escribo,... es casi una cama, la terraza de Hatshepsut, el patio con toldito corredizo donde gusto de mostrarle las estrellas al maestro Gancé.
Les dejo, máxima elocuencia gatuna, un topetazo suave con meta-feromonas, de mi frente en vuestros pechos (podría ser al revés pero él :( no está).
P.D. : cito capítulo "Lenguaje wen" - libro Bar del Infierno, que ya saben pero soy redundante, de Alejandro Dolina.