Que va ser Adolfo, algunos no tenemos un libro que nos ahorre el pesar. Hay personas religiosas que no entienden que la homosexualidad no es un enfermedad, no es una perversión, o algo foráneo a nuestra cultura. A partir de ahí se piensa que tolerar esto implica tolerar algunos otros asuntos de los que ellos mismos ocasionan, como embarazos no deseados por hacer mala propaganda de los anticonceptivos (¿Estos tipos piensan que las mujeres abortan por deporte?) o la pedofilia de sus curas que sí es una perversión y que ocultan con gran eficacia, por dar unos ejemplos. A parte de temer por que algún justiciero divino se mande alguna macana, también hay que dar gracias por los curas copados que entienden que la edad oscura terminó ya hace mucho.
Chau, me voy al laburo, y les recomiendo las pelis "el crimen del padre amaro" y "camino" que retratan a la vieja iglesia que no va más.
Saliusz