Nada mas quería decir que no me gusta Pink Floyd. Nunca me gustó salvo Wish you where here, Learning to fly y curiosamente Fearless (que es una canción de futbol).
No digo que sean malo, digo que no me gusta. Además para mi claramente no es rock progresivo, eran una suerte de blues-rock ambiental, algo como si pusieras a Jeff Beck con toneladas de reverb a tocar allá medio alejado y pusieras un teclado a hacer una base misteriosa arriba. Gilmour nunca me pareció un gran guitarrista, pero admito que el sonido (tono) que tiene es personal: Gilmour suena a Gilmour.
De King Crimson solamente me gusta "Eyes wide open". Literalmente solo esa canción.
Robert Fripp es un ladrón o se pasó de rosca; todavía no me decido. Digo, cualquiera que diga que estuvo toda su vida "estudiando a la guitarra", inventando afinaciones que según él eran perfectas y luego dedicándose de lleno a dar cursos de coaching empresariales; debe ser un ladri. De cualquier forma, acá en Argentina con el G3 se sentó en una silla en lo oscuro, atrás de todo, solo en el escenario, junto a su guitar-o-matic lleno de luces titilantes y procedió a tocar literalmente una nota y después giraba potenciómetros. Mientras supongo, algunos cerrarían los ojos y sentirían la progresividad entrar por sus oidos.
Le chiflamos el precio de la entrada y como diría Dolina cuando habla del teatro negro de Praga: "estaba ansioso por aplaudir de pie y rajarme lo mas pronto posible".
Vengan de a uno.