No se tiene la obligación de ser inteligente; la única inteligencia de la que el hombre puede tener alguna noticia, es la comparativa y sólo dentro de su especie. Cruzar sus límites internos, son la libertad y la iluminación. Lo demás es juego distractorio, casita robada, prisión, desvío.
La estupidez no es infinita -sólo dios lo es- termina donde la luz, el descubrimiento, la aprehensión de un fragmento, al costo de abandonar otro propio no desemejante al cambio de piel de la serpiente, para ser un latido cada vez más consciente de que su corazón lo es del Corazón.
Y de la Fuente, su agua.
Y ver en el agua propia la palabra escrita y, ver el hilo brillar del laberinto, en que nos hizo nacer perdidos, la vibración desatendida de las señales heredadas, sin apropiadores, sin más que su Creador.
Es un error, es un mal, el anhelo fanático y obstinado - caprichoso - de ser superior a la humanidad, mientras se desconoce lo humano y lo "conocido" se desprecia, se "cancela"; se pierde contacto con el conocimiento destinado a ser felices, y que es, realizar la creación en lo humano, como humano y cuanto ello fuere demostrando que lo significa.
Nada que el hombre haya obtenido fuera de ese contexto, es pertenencia humana, es permitido. Nació con el conocimiento necesario y su obligación, su subordinación, es oir el mandato y experimentar su cumplimiento : viajar hacia adentro, hacia el fondo, abrir corredores en la pura energía, para que fluya el saber de la herencia del tiempo, de la herencia cósmica. Es una enorme tarea, y el perfecto reloj biológico se preocupa y el ser ocupa el espacio; fabricar atajos, ser salteador, es una profanación, una malversación : porque nos fue dado el tiempo y las dimensiones, para realizarlo, para resolverlo, para conocer y vivir "esa" vida, como quien desenrolla una preciosa alfombra de damasco, cuya trama y bordado, es el sueño - uno, todos, sucesivos - de la Fuente...Somos gota, hálito, lluvia, criatura que crece infinita y hace crecer algo finito, alimento de lo infinito : la ATENCIÓN es obligatoria, no la inteligencia; la inteligencia es contingente y emergente, ante fenómenos manifiestos y ante los inmanifiestos e impredecibles; en la fábula del colibrí y el tigre, la moraleja es "yo hago mi parte" todo lo demás es accesorio, erróneo, interferencia, tentación de la muerte ( la muerte no es la materia que se quema o recicla ).
La voz se oía en el Jardín... Sigue oyéndose en el arpa de la red de aire que sustenta al verdadero corazón...Hacer ruido, distraer, apartar, es ese el crimen.
del estúpido, la voracidad de la ignorancia secuestradora. Y el "pagaré" que en algún momento de la vida al hombre que firma, le cambia el trabajo resistente de vivir, por la renta del mantenido y la persuasiva mortal antimateria del no renacimiento, la no transfiguración.
Nada obtuvo la ciencia que no se basara en la codicia, la violación, la tortura, el asesinato de parte de la creación : aprendió mediante el exterminio y el despojo, y con lo aprendido especuló, inventó un poder inexistente porque no es del hombre, e impuso un sistema que no es humano,...y que no es inteligente.
La única palabra que resuena en mí, para definir y resumir : Bondad.
Y una vez que se tocó puerto en un buen corazón sabio, desembarcar, hacer silencio de sonidos, de fonemas e, intentar recuperar, el lenguaje perdido, el lenguaje canjeado por algunos, el "virus" en los genes, en el principio perdido del tiempo y, al que nos reaproxima, el final.
Y compartir, lo que vamos recuperando.
Yo sé que mi corazón ama. Y que allí la inteligencia, viene y se va. Y que crecer es lograr que esas intermitencias, cesen.
Aquí, mi corazón........................... :-)