Claro, aunque me da vergüencita porque el cuento de Dolina es mucho más profundo. De todas formas, la cosa es que aparentemente alguien ha dicho que Internet ha venido a demostrar que el "teorema" de los infinitos monos está errado. Yo sostengo que, por mucha porquería o cosa buena que haya en la red, el contenido ni se acerca al inifinito y por tanto no demuestra nada.
Va el email, cuyo asunto es "Un millón no es infinito":
Estimados amigos de "La Venganza", estimado Alejandro
Te escribo a santo de una reflexión que tocaste tangencialmente el otro día a raíz de un mensaje sobre el "Teorema de los infinitos monos". Yo no sé si tal cosa existe como "teorema" desde el punto de vista estrictamente matemático o filosófico. En todo caso te cuento que a mí me lo refirieron como una manera de mostrar la inasibilidad del concepto de "infinito".
Efecivamente, infinitos monos aporreando infinitos teclados, y ojo, al cabo de un tiempo infinito, no sólo acabarían escribiendo las obras de Shakespeare sino toda la literatura escrita con caracteres romanos que ha sido, es y será. Esto es así, porque para hacer literatura se usa un conjunto finito de caracteres que forman un conjunto finito de palabras que tienen un conjunto enorme pero finito de combinaciones. Si bien el análisis combinatorio trabaja con números muy grandes (no te olvides que de allí sale el cocepto matemático del factorial, expresado gráficamente con un signo de admiración !), lo que quiere expresar el tal "teorema" es que un millón o mil millones o mil millones factorial de monos o teclados, están tan lejos del infinito como el cero.
¿Cuántos dígitos hay entre cero e infinito? Pues infinitos. ¿Y entre cien mil millones de millones e infinito? Pues infinitos también.
También es cierto que la literatura, por suerte, es diferente de la combinatoria.
Un fuerte abrazo y muchas gracias por cada palabra.
Adolfo
(Sanjuanino en Barcelona)
q.e.d.