Una muy humilde reflexión: Dolina salió de la 10, donde cualquier tarado sale primero en su segmento por inercia de la emisora, y fue a una radio inescuchable y oficialista, lo cual enoja de por sí a mucha gente que no banca nada relacionado al Kaquismo. En junio de 2008 se vio que el 30% es K, pero el 70% ya no los tolera: y eso debe influir en muchos para ni sintonizarlo. Pero lo más central, es que Dolina -creo- erra el tiro cuando pregona que lo principal es el espectador, por encima del oyente: la radio por definición es lo contrario: somos todos oyentes, y a unos cuantos -apenas- se les ocurrirá ir a ver un programa que sale en un horario que no ayuda a andar por la calle en tiempos de inseguridad. ¿Que ha tenido audiencias de miles y miles? Sí, los viernes, en mejores sitios (sobre Avda. Corrientes, por ejemplo), y sobre todo el verano cuando no hay clases. Pretender que un día lluvioso la gente se mande al centro luego de las inundaciones que tuvimos que pasar, es mucho pedir... Por otra parte, ya medio embolado con esto, si hacés radio, hacé radio, no quieras jugarla al teatro, por más que tengas que promocionar sí o sí a los inefables Cabernet (o Caviar, según algunos). Y laburá los viernes, caracho, que ahí vas a tener concurrentes en serio. Y aguanten Dorio y los Doritos.