Montero Victor, los intentos de ironía de Mariela Luna devienen en huidas hacia un nivel u otro, pero no esperes ninguna respuesta sustantiva. El Chancho me da perfil peligroso, de ese tipo hay que tener algo de cuidado. Por la razón que sea. El pescado que se hunde en el agua se define solo. Son la patota dolinera, los Gastadores Vacíos. Una especie de herencia de una grieta cercana a la niebla de El Examen de Cortázar. Quizá ingresen a la mitología porteña decadente, los burladores sin gracia. En algo me recuerdan a Roberto Arlt, Erdosain en un bar, serían los siete locos después de una grieta sellada con insultos, y a ellos, que ni siquiera tomaron partido, les quedó solo la gastada hueca. Una escena de Villa Lugano, una ventana en un monoblock un día caluroso de diciembre , a cinco días de Navidad. Un tipo en cueros abre la ventana. Juan Carlos Onetti los reúne en un cuento, un hombre en Carlos Casares lee Los Gastadores Vacíos mientras pide unos mates de mala manera, abundan los mosquitos.