No somos supernumerarios; somos unívocos que nos volvemos equívocos y análogos a fin de que el espíritu sea manifiesto en su complejidad... Eso de "ser Legión", se remite al concepto de cuerpo o fuerza de lucha... ¿y no es al fin y al cabo lo que no cesa en un ser integrado por partes que, como las placas tectónicas (permítaseme la analogía), están en constante movimiento de acomodación, para mantener el concepto de "corteza" y de planeta,...¿y no somos también micromundos? La Legión se mueve, la Legión es cambiante,... pero uno sólo es el Capitán y la Capitana...
A.D. es movido y entonces se lo percibe, se lo intuye - a causa de observarlo en toda instancia posible- posicionado en la desesperación (lucha de la esperanza, cuando produce las mejores obras de pensamiento), o el cinismo ( ira y rechazo de sentir como un humano )... o el amor (cuando produce lo mejor desde el sentimiento)... Esas son "algunas cosas".
Y cabe una cuarta... Él que menciona a las Musas, que menciona al Destino, que no ignora que es mayor lo desconocido que lo conocido (al menos teorizado), puede hallarse a veces en manos de energías que no puede validar ni invalidar, que no responden a maniobras, que no se pueden identificar,... sólo sentir sus efectos.
Hace tal vez 4 ó 5 programas que su voz está "habitada", que dice con alma en el cuerpo y cuerpo con alma. Y me gusta. Y disfruto de ese "me gusta" y aparto la mezquina suspicacia del por qué ( pues sin importar si me favorece o perjudica saberlo o intuirlo, habré arruinado lo que me pueda decir o dar ese placer)...
Ojalá (Alá quiera o quiera Dios - Galeano sostenía que era la mejor palabra de todas - ) lo que se esté moviendo en él, afectándolo, redireccionándolo, invitándolo, conmoviéndolo, agitándolo hasta procurar una "llegada", sea una tormenta que concluya - no sé si en una bahía generosa u otra alegoría pertinente - en un momento muy largo de felicidad creativa : se trate de una obra o de su propia vida.
Por nada del mundo dejaré de estar en La Feria del Libro el 9 de mayo que no es ni primero ni último, sino único por su naturaleza. Como todo en la vida; incluso las personas, cuando se abandona la ininteligente lógica común y se adopta - o ella nos adopta - la de los caminos sin mapa.