Efecto, estoy de acuerdo con la importancia de quejarse para lograr un cambio en ciertas situaciones.
Sin embargo, creo que la extrapolación del método piquetero a una crítica artística es, cuanto menos, peligrosa.
Creo que el tema es interesante, más allá del "Caso Dorio".
Sobran historias de artistas criticados por la mayoría de la gente en su momento, tratados de idiotas o degenerados, que fueron apreciados posteriormente (es interesante la exposición de “Arte degenerado” en la Alemania nazi). Y a la inversa, sobran historias de artistas apreciados en su momento, que luego cayeron en el olvido o la burla.
¿Vang Gogh debería haber escuchado las críticas y corregido su rumbo?
¿los Guachiturros deberían escucharme y dejar de cantar?
Creo que la respuesta es un “no” para las dos preguntas (aunque me pese en la segunda). Creo que el arte no esta sujeto a comicio ni encuesta. Como dice Dolina, uno hace su camino, y después (quizá como Orfeo saliendo del infierno) se dá vuelta y mira si lo siguen.
Tinelli puede cambiar de bailando por un caño a hacer un programa de entrevistas políticas según los vaivenes del raiting, pero Tinelli no es un artista.
Quizá Dolina alguna vez haga el programa solo, y se de vuelta y atrás no haya nadie... y quizás sean los mejores programas de su vida.
Saludos amables.