La verdadera libertad de palabra y pensamiento se da en aquellos que logran trascenderla y alimentarla, por encima y más allá de la verdad de su tiempo - a su manera dijo Dorio.
Y descubrí algo hace muy poco, respecto a la palabra y que tiene que ver con la frase "no acepto los términos dela interpelación" : una vez que la palabra salió de su territorio y condición, de integridad, de pureza, invulnerable para el ego propio y ajeno,... deja de ser palabra, deja de ser libre. "Me niego a responder en sus términos" es mucho más que soberbia, vanidad, mudez de la ira, cálculo de pérdida y ganancia, astucia ventajera : es cumplimiento de una ley inexorable y absoluta de la palabra, del ser que anima la palabra, del destino de la palabra,... e incluso del héroe. Existe en la palabra una cualidad de selección : de algún modo selecciona a los hombres.
Escuché 1 hora de programa : tuvo el efecto de reunir aquí y ahora,todos los latidos elipsados del corazón, ese "soldado" de Ricardo Corazón de León...Aquí y ahora la fe y la alegría y el entusiasmo, de sentir que se estaba haciendo algo por Algo desde el arte, que grita en el silencio "soy tu madre" : soy tu Patria, hacé Algo.
¡Vamos mosqueteros, todavía pueden exclamar Viva el León de Francia ! En algún momento de esa hora, tuve la ilusión o "alucinación" de verlos ( el oído también ve ) sin máscaras, el florete de acero ( abstenerse de rimas, ojo, que el humos también es quintacolumnista ) en la funda, ...¡ y la Palabra respondiendo a ese grito silencioso "soy tu hijo, somos tus hijos"...!
Escuché la canción Esclavo, como si la primera vez que la oí en su voz fuese aquí y ahora, como si "la jarra no hubiera terminado de caer".