"Uno no es libre porque se quita de encima la autoridad de un gobernante o tirano, uno es libre cuando asume los actos de su vida y sus consecuencias."
Hay algo de despreciativa superioridad en ese concepto...Porque para que eso suceda, para que la libertad interior pueda extenderse, manifestarse y completarse exteriormente en el mundo, millones de seres más débiles o simplemente no autosuficientes, necesitan la ayuda de la acción de espíritus más fuertes y más esclarecidos, por lo tanto libres, que les quite de encima el peso y la asfixia de piedra cegadora y carcelaria del poder amoral y en consecuencia ilimitado del déspota, del asesino sublimado en la figura del gobernante y hasta del "educador", que matan el alma e inmovilizan el cuerpo.
Mientras tanto no deja de ser un repulsivo defecto ese afán de supremacía y juicio, que no es derecho de ningún hominem...y sí atribución hecha a un lado, por el auténtico servidor de la verdad, por el que ama la vida no como consecuencia involuntaria de su ser, sino como elección : como el único ejercicio posible del libre albedrío, del libre arbitrio ( que no significan lo mismo ). El "serás lo que debes ser o no serás nada" lo contiene: una vez que el ser se conoce a sí mismo, ejercita su virtud o su destino. Puede no hacerlo, y es entonces cuando existirá simplemente, pero "siendo nada" su abstracción, el tejido de su espíritu.
Disfrazarse de burla en medio de la burla, para esquivarla, para ser espía, francotirador, terrorista,...en pos de la liberación convierte la verdad y el bien y a sus actores en otra versión de asonada, de trampa,de imposición al bien.
Creo, acepto, al que viene de frente en acto y palabra, el que acepta el contraataque,...porque tal vez será la única prueba y contraseña de su autenticidad, de su fuerza y, la pureza de ellas. Sólo entonces tiene sentido "no hay razón que venza a la pasión".
Rima o debería, con LVST, con Alejandro Dolina.