Dolina está cada día más gagá. En su discurso inicial promulga una serie de premisas que son falsas.
1- La mentalidad socialista es de izquierdas. Falso. Posiblemente el único gobierno realmente socialista que ha tenido Argentina fuera el de Perón (ultraderecha) y el siguiente, en ese orden, el de los K, otra ultraderecha. Porque lo de derecha apunta a una manera de hacer las cosas, vertical, con un libreto escrito y ejecutado por un solo tipo, no a su contenido, que puede ser social, como en los dos casos mencionados o empresarial como el caso de Macri, que también es de derecha, solo que más moderado, al menos en las formas. El gobierno con más horizontalidad (que es la manera de hacer de la izquierda) fuera el de Alfonsín y ese fue una de sus debilidades en cuanto a esquema, el otro y más grave fue oponerse a los capitales, así nos fue.
2- Presenta un panorama en donde siempre ha habido (u según él sigue habiendo) unos ricos y otros pobres, en convivencia. Falso. En la realidad actual todos somos pobres. Los ricos, los realmente ricos, no conviven con nosotros, sino que están en otra esfera, una internacional. De modo que la lucha de clases es un resabio de tiempos pasados. Las conquistas laborales vistas como un triunfo de la clase obrera sobre la empresarial es solo aplicable a quienes trabajan en multinacionales y de ninguna manera a las microempresas, que hoy por hoy son la mayoría. Las leyes deben adaptarse a eso. No es posible que un empleado de una microempresa se desentienda de la evolución de la misma, porque el dueño, el tipo que hipotecó su casa para ponerse a hacer muebles de oficina, no tiene los medios de control de personal que una fábrica de autos, de modo que el empleado debe asumir una serie de responsabilidades extras si pretende trabajar allí. Sí también se puede hablar de beneficios extras si la cosa va bien, pero eso debe ser regulado, para ambas partes. Las leyes que actualmente contemplan estos asuntos están hechas para el siglo pasado, donde los empresarios eran ricos y los trabajadores pobres, pero como dije antes, ahora somos todos pobres, aunque en términos generales un poco menos pobres que en el siglo pasado. Yo crecí en una casa sin agua corriente ni luz eléctrica, de modo que nadie venga a discutirme eso.
3- El mundo no se encamina hacia el socialismo. Falso. El mundo, las diferentes sociedades, siguen teniendo como meta el modelos de los países del primer mundo. Estos países (actualmente estoy en España) tienen unos excelentes servicios medicos gratuitos, educación gratuita, ayudas de desempleo, medicamentos prácticamente gratis, etc. El estado gestiona cerca del 80% del dinero que circula en el país. Eso, amigos míos, es socialismo, al margen de quién esté gobernando. Y el rumbo que se marcan sociedades en vias de desarrollo es justamente ese. Un mundo cada vez más social, aunque en la mente de Dolina habiten otros fantasmas.
Un saludo.
claudio.ron.90 el sábado, 18 de noviembre de 2017 a las 08:24 AM
en La venganza será terrible del 17/11/2017 dijo: