¿Qué te hace creer, MariLoffy, que la gente calla cosas solo por miedo? Hay palabras que se silencian por amabilidad, por elegancia, por indiferencia, hasta por piedad. Supongo que debe ser desagradable que alguien te diga: «¡Che, qué gorda, vieja y fea estás, parecés un chancho con várices y celulitis!»; pero si creés que esa clase de frontalidad es deseable, entonces podés contar cuando quieras con un amigo sincero. Si no soy yo, siempre habrá algún otro cínico sociópata que te herirá por diversión y después se burlará de tu dolor, como evidentemente ya ocurrió. A propósito, detesto la gente que ríe por escrito.
Hay un antes y un después del esnobismo; a mí me gustaba más el antes.