Mariano C. ... Hola :)
Dolina dijo siempre " a continuación los haremos reír y llorar en sentido inverso a nuestras intenciones" (o espectativas).
No es una garantía de que "salió bien" la risa del público, ni lo contrario lo es de que "salió mal". Infiero que Dolina está advirtiendo en esa frase que anuncia lo por venir, que su alegría o su desaliento o su mal humor, no advendrán de lo ya previsto, ni siquiera de "alcoyana-alcoyana". Puede que sea arrogancia, provocación o el reactivo spleen caprichoso de una sobredosis (hýbrís) de agnosticismo ( ¿ o una pizca de prosaica agnosia tal vez? )... Sólo él sabe o tal vez, no sabe.
Ante la multitud se es anónimo, universal, ante el pequeño público no hay por dónde escapar, ni cómo : no queda más remedio que ser uno mismo o conectar el piloto automático. Cualquiera de estas posibilidades genera una actividad paralela a la que aparentemente se está llevando a cabo. Quién sabe : tal vez tuvo una mala noche de amor o de sexo, tal vez una maravillosa noche de amor y sexo, tal vez ninguna,... tal vez una asamblea o piquete está manifestando en algún punto de su sistema psicofísico o le molesta un olor, por presencia o por ausencia...o, un dolor y un deseo o, un olvido repentino optimista y radiante, por presencia o por ausencia,... en él, fuera de él, con él, frente y alrededor.
Tal vez está contento porque no está en ninguna parte y el nivel de demanda de sus ápices y sus vórtices lo "dejó en paz", lo liberó, pues es un alivio juzgar algo inevitable, es posible "relajarse y gozar"... Pero si no se ha perdido nada de vista, se filtrará o estallará sin aviso la rebeldía en hacer las cosas de cualquier modo, la bronca dañina por la inutilidad de tanta delicadeza, esfuerzo, amor, fe...
Cada noche supongo exorciza un sueño y un miedo. Y alguien lo acompaña o no lo acompaña. Y cuanto es percibido resulta el inicio, nudo y desenlace.
Podré aceptar cualquier cosa para Dolina, menos el encuadre prosaico, la mezquindad pueril de colgarle en el pecho medallas de latón (o que él voluntariamente acepte ponerse una cocarda) cuando... revestido del perfume de las plateadas manzanas de la luna, las doradas manzanas del sol, del lado de adentro, está su corazón.
Cualquier cosa menos el marco de adaptación descendente a que lo empujan algunas miradas, como una metáfora de cárcel de Reading ya que muchas y distintas son las causas para estar en ella, pero hay un sólo sufrimiento y castigo inmerecido: el de un artista, un poeta, un hombre que aún lucha con gigantes mientras miradas que lo siguen como perros condescendientes pero dispuestos a morder si lo desconocen, ladran diciendo que son un buen negocio los molinos de viento. Y algunas - esas que siempre saben cuándo el caballo está cansado o adivinan dónde se puede mancar - se vanaglorian de convencerlo y de llevarlo a correr por buenas pasturas.
Él lo sabe... Pero creo que como quien sabe y no quiere dejar de correr, A.D. igual (o parecido) que Niki Lauda en su momento más alto y crítico, también ha decidido : "Sé que hay un 20% de riesgo de morir cada vez; a eso estoy dispuesto, 20%, pero no más".