Zitarrosa es Zitarrosa... y Dolina es Dolina. Punto.
Usted sabrá mucho y no muy bien del porteño (porque no lo sabe todo, no puede)... pero no sabe nada del hombre argentino : si viniera o viniese ( de hecho me pasó una noche a las puertas del café Tortoni ) un extranjero y preguntara por el hombre argentino, le diría... Si quiere saberlo, entre, mire, escuche, no crea todo lo que ve ni todo lo que oye, aceche el espacio entre palabra y palabra, entre silencio y palabra, entre movimiento y quietud, sea un poco cuántico - como explicaba Spinetta- Y, si además le agrega lo que desboca el corcel de su corazón y desbanda a la mejor nidada, oculta hasta de usted, del árbol neuro pensante de su sistema, ... entonces - extranjero y D.F. - sabrá a causa de la presencia que allí está y se llama Alejandro Dolina aunque suelen darle otros nombretes - lo que quiere saber y vale la pena saber, sobre el hombre argentino. Mientras él, el hombre argentino, sigue afectándolo, supracomunicado, por ... "a música da mente" hipersensualizado.
Nunca estará más seguro de algo en su vida; ni menos seguro tampoco : es una de las destrezas y picardías criollas. Daniel Franz : cada tierra honra a su hijo, los hombres no siempre a su tierra y por lo tanto, tampoco a sus hermanos... Dolina - viene a mi mente Azulunala, Alejandro tocando Aurora en su piano - honra la Casa grande y sus patios... Zitarrosa honró su patria.
No obstante D.F. sabemos que la Banda oriental (como el Luna de el planeta Tierra) no era otro cuerpo sino el mismo. Fueron los hombres y sus políticas y voluntades que tironearon con más fuerza, los que desgarraron.
Digamos que Dolina y Zitarrosa, tienen un aire de hermanos. Y cada uno sólo idéntico a sí mismo.
Viyi el martes, 20 de diciembre de 2016 a las 03:49 PM
en La venganza será terrible del 19/12/2016 dijo: